IGUAL QUE CAIGO YO Yo estaba loco por tus huesos, de mucho tiempo atrás... Tú sólo con un gesto, no te hizo falta nada más. Me bebí tu flujo de un tirón y no fue buena idea, que la de mañana me la sé el resacón que espera, pero a ver quién dice que no a esos ojitos llenos, de cositas que dan calor nada más verlos. Llevabas el pelo despeinado, la sonrisa puesta. Yo llevaba de vacío las manos llenas. Y me quedé atontado mirando al cielo, que en el suelo llevo ya demasiado tiempo. Me quedé con sed y no te encuentro sólo dejaste un adiós ya nos veremos luego. Y me quedé atontado mirando al cielo, que en el suelo llevo muerto demasiado tiempo. Sólo me dejaste un beso desde la puerta y yo te aguardé las penas para que no te duelan. Con cara de tonto, mi ansiedad de luna llena, mientras te guardó las penas una vida entera. Te escribí mil frases que decían siempre lo mismo, pero ahora son sólo mías. Aquel abril desnudo el campo blanco y a mí ya no me importaba el sol. Esperaré al otoño y sus hojas cayendo igual que caigo yo. Yo estaba loco por tus huesos de mucho tiempo atrás... Tú sólo con un gesto, no te hizo falta nada más. Aquel abril desnudo el campo blanco y a mí ya no me importaba el sol. Esperaré al otoño y sus hojas cayendo igual que caigo yo.